CAPÍTULO II
LA ERA DE LOS DESCUBRIMIENTOS TÉCNICOS
II.2.1 La aparición de la imprenta a Europa durante el siglo XV marca, en algunos aspectos, el fin del período medieval. La invención de la imprenta de bloques de madera y papel había ocurrido en China en el siglo VIII. Ambos alcanzaron Europa de los árabes vía España en el siglo XIII. Antes de la llegada de esta tecnología, los monjes y los escribas copiaban libros durante siglos a mano. Una sola copia de la Biblia requería unas 170 pieles de ternera o 300 de oveja. Por supuesto, los animales no se criaban por su piel para la escritura, pues en realidad la piel no era más que un subproducto, pero aún así, se vendía a un precio por mínimo que fuera. Debido a que era mucho más barato que el pergamino, el papel se acomodaba mucho más a los usos académicos, de los funcionarios estatales o de los mercaderes. Y además, el proceso de copiado mismo era muy lento. Cosimo de Medici, un banquero florentino y patrón del arte renacentista, contrató a 200 escribas para copiar 200 volúmenes en dos años, o sea, un volumen por escriba en dos años. Pero algunos libros tardaban hasta diez años.
II.2.2 Como hemos visto en el ejemplo anterior, los monjes escribían los libros por encargo de nobles, burgueses ricos y reyes. Pero los monjes que copiaban los libros, en su mayoría, no sabían leer ni interpretar lo que escribían. En realidad, más que escribir, dibujaban los caracteres, al estilo de la caligrafía japonesa o china. Algunos orientales tienen como afición dibujar los caracteres tradicionales de su país a gran tamaño, por ejemplo, media docena de caracteres en una hoja normal. Los monjes hacían algo similar pero en un tamaño más reducido, imitando los signos que no entendían. Se cree que de este modo copiaban libros prohibidos, como por ejemplo los de medicina interna. Lo único que aportaban suyo, de su propia cosecha, eran las mayúsculas y las pequeñas ilustraciones.
II.2.3 Los intentos de obtención de un método de escritura más rápido y barato que el manual databan de varios siglos atrás, en concreto de los últimos siglos de la Edad Media. Se trata de la xilografía. Se utilizaba para trabajos de impresión de pocas hojas, ya que las planchas de madera se desgastaban con mucha facilidad. Por ello se usaban maderas muy duras, como el boj, el cerezo y el peral.
II.2.4 Todo este panorama cambió en el siglo XV cuando varios artesanos flamencos inventaron un tipo de tinta. Esta era indeleble y estaba fabricada con aceite, hollín de las lámparas mezclado con barniz y clara de huevo. Si añadimos a esto la innovación de los tipos móviles realizada por Johannes Gutenberg en 1450 en la ciudad catedral de Maguncia (nacido alrededor de 1395 – 1468), la eclosión de la nueva imprenta era de esperar. Gutenberg, en vez de hacer una sola plancha de madera para cada hoja, hacía planchas de madera para cada carácter (letra, número, signo de puntuación, etc). Para evitar el desgaste de la madera, protegió su superficie con hierro. Después sujetó cada molde a un ingenioso soporte. Sus extraordinarias y hermosas Biblias escritas en latín son, hoy en día, un tesoro. Pronto aparecieron imprentas en los estados italianos, Bohemia, Francia, los Países Bajos e Inglaterra hacia la década 1470 – 80. Hacia 1500, se publicaban en Europa unos 35.000 libros al año, y un siglo más tarde el número había alcanzado una cifra entre 150.000 y 200.000.
II.2.5 Los libros proporcionaron a los expertos las mismas fuentes para discutir. Los relatos de los descubrimientos y las aventuras en el Nuevo Mundo se difundieron por Europa. Se multiplicaron las bibliotecas y los libros comenzaron a convertirse en objeto de comercio y de compra-venta. Aparecieron nuevas profesiones: libreros, bibliotecarios y archiveros, tipógrafos, editores e impresores. Más aún, con la aparición de la imprenta aparecieron universidades como hongos después de la lluvia: de 20 en 1300 a unas setenta en 1500. La aparición de la imprenta contribuyó, además, al lento proceso de abandono del campo y urbanización de la cultura. Los monasterios abandonaron su lento y minucioso procedimiento de escritura manual y las imprentas, siempre localizadas en ciudades, contribuyeron al proceso de crecimiento de las ciudades. Con respecto a este tema considero importante que el lector los ilustre con dos gráficos de la página web de wikipedia, Imprenta. El primero es un mapa de Europa occidental con la importancia de las imprentas en cada ciudad. El segundo es un gráfico de barras que refleja la producción de libros entre 1450 y 1800.
II.2.6 Con la difusión de la imprenta de tipos móviles, aumentó el número de gente letrada, aunque continuaron siendo una minoría. Entre la población en su conjunto y según las regiones, entre el 1 y el 4% de la población sabía leer y escribir, pero casi todos eran de clase alta. Apareció una nueva afición, la lectura, y con ella un nuevo tipo de literatura, la novela moderna.
II.2.7 Con la expansión de la literatura en prosa apareció la censura. El Papa Alejandro VI advirtió en una bula papal de 1501: “El arte de la impresión es muy útil en cuanto promueve la circulación de libros útiles y probados; pero puede ser muy perjudicial si se le permite ampliar la influencia de las obras perniciosas. Por lo tanto será necesario mantener un control pleno sobre lo impresores”.
II.2.8 Hasta la aparición de internet ningún invento tuvo la repercusión de la imprenta en la difusión de la cultura y la ciencia. Pero la difusión de los textos escritos también tuvo efectos sobre la política y la economía. En política, cualquiera con un poco de dinero podía encargar la impresión de algún libelo contra un adversario político y distribuirlos gratis por las calles. En la ciencia económica, por una parte la imprenta pudo difundir las ideas económicas. La primera escuela del pensamiento económico que utilizó la imprenta para difundir sus ideas fue la mercantilista, que no imprimían libros sino folletos y breves opúsculos. A partir de ahí todas las demás escuelas del pensamiento económico. Y en la economía real, la imprenta ayudó en la creación de puestos de trabajo y riqueza, desde los leñadores que cortaban los árboles que se transformaban en papel hasta los mismos libreros que vendían los libros.
II.2.2 Como hemos visto en el ejemplo anterior, los monjes escribían los libros por encargo de nobles, burgueses ricos y reyes. Pero los monjes que copiaban los libros, en su mayoría, no sabían leer ni interpretar lo que escribían. En realidad, más que escribir, dibujaban los caracteres, al estilo de la caligrafía japonesa o china. Algunos orientales tienen como afición dibujar los caracteres tradicionales de su país a gran tamaño, por ejemplo, media docena de caracteres en una hoja normal. Los monjes hacían algo similar pero en un tamaño más reducido, imitando los signos que no entendían. Se cree que de este modo copiaban libros prohibidos, como por ejemplo los de medicina interna. Lo único que aportaban suyo, de su propia cosecha, eran las mayúsculas y las pequeñas ilustraciones.
II.2.3 Los intentos de obtención de un método de escritura más rápido y barato que el manual databan de varios siglos atrás, en concreto de los últimos siglos de la Edad Media. Se trata de la xilografía. Se utilizaba para trabajos de impresión de pocas hojas, ya que las planchas de madera se desgastaban con mucha facilidad. Por ello se usaban maderas muy duras, como el boj, el cerezo y el peral.
II.2.4 Todo este panorama cambió en el siglo XV cuando varios artesanos flamencos inventaron un tipo de tinta. Esta era indeleble y estaba fabricada con aceite, hollín de las lámparas mezclado con barniz y clara de huevo. Si añadimos a esto la innovación de los tipos móviles realizada por Johannes Gutenberg en 1450 en la ciudad catedral de Maguncia (nacido alrededor de 1395 – 1468), la eclosión de la nueva imprenta era de esperar. Gutenberg, en vez de hacer una sola plancha de madera para cada hoja, hacía planchas de madera para cada carácter (letra, número, signo de puntuación, etc). Para evitar el desgaste de la madera, protegió su superficie con hierro. Después sujetó cada molde a un ingenioso soporte. Sus extraordinarias y hermosas Biblias escritas en latín son, hoy en día, un tesoro. Pronto aparecieron imprentas en los estados italianos, Bohemia, Francia, los Países Bajos e Inglaterra hacia la década 1470 – 80. Hacia 1500, se publicaban en Europa unos 35.000 libros al año, y un siglo más tarde el número había alcanzado una cifra entre 150.000 y 200.000.
II.2.5 Los libros proporcionaron a los expertos las mismas fuentes para discutir. Los relatos de los descubrimientos y las aventuras en el Nuevo Mundo se difundieron por Europa. Se multiplicaron las bibliotecas y los libros comenzaron a convertirse en objeto de comercio y de compra-venta. Aparecieron nuevas profesiones: libreros, bibliotecarios y archiveros, tipógrafos, editores e impresores. Más aún, con la aparición de la imprenta aparecieron universidades como hongos después de la lluvia: de 20 en 1300 a unas setenta en 1500. La aparición de la imprenta contribuyó, además, al lento proceso de abandono del campo y urbanización de la cultura. Los monasterios abandonaron su lento y minucioso procedimiento de escritura manual y las imprentas, siempre localizadas en ciudades, contribuyeron al proceso de crecimiento de las ciudades. Con respecto a este tema considero importante que el lector los ilustre con dos gráficos de la página web de wikipedia, Imprenta. El primero es un mapa de Europa occidental con la importancia de las imprentas en cada ciudad. El segundo es un gráfico de barras que refleja la producción de libros entre 1450 y 1800.
II.2.6 Con la difusión de la imprenta de tipos móviles, aumentó el número de gente letrada, aunque continuaron siendo una minoría. Entre la población en su conjunto y según las regiones, entre el 1 y el 4% de la población sabía leer y escribir, pero casi todos eran de clase alta. Apareció una nueva afición, la lectura, y con ella un nuevo tipo de literatura, la novela moderna.
II.2.7 Con la expansión de la literatura en prosa apareció la censura. El Papa Alejandro VI advirtió en una bula papal de 1501: “El arte de la impresión es muy útil en cuanto promueve la circulación de libros útiles y probados; pero puede ser muy perjudicial si se le permite ampliar la influencia de las obras perniciosas. Por lo tanto será necesario mantener un control pleno sobre lo impresores”.
II.2.8 Hasta la aparición de internet ningún invento tuvo la repercusión de la imprenta en la difusión de la cultura y la ciencia. Pero la difusión de los textos escritos también tuvo efectos sobre la política y la economía. En política, cualquiera con un poco de dinero podía encargar la impresión de algún libelo contra un adversario político y distribuirlos gratis por las calles. En la ciencia económica, por una parte la imprenta pudo difundir las ideas económicas. La primera escuela del pensamiento económico que utilizó la imprenta para difundir sus ideas fue la mercantilista, que no imprimían libros sino folletos y breves opúsculos. A partir de ahí todas las demás escuelas del pensamiento económico. Y en la economía real, la imprenta ayudó en la creación de puestos de trabajo y riqueza, desde los leñadores que cortaban los árboles que se transformaban en papel hasta los mismos libreros que vendían los libros.
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