CAPÍTULO I
LA HERENCIA MEDIEVAL Y EL PASO A LA SOCIEDAD MODERNA
8.1 La Baja Edad Media trajo cambios económicos, sociales y políticos significativos que dieron forma a la Europa de principios de la Era Moderna. Después de la devastación de la Peste Negra del siglo XIV, la población de Europa en el siglo XV revivió lentamente y, posteriormente, sobrepasó el nivel máximo alcanzado en el siglo anterior. Se puso en cultivos cantidades cada vez mayores de tierras (mucha de ellas habían sido abandonadas por la peste), y también tierras ganadas a la naturaleza. Aun así, la balanza entre la vida y la muerte continuaba siendo precaria: el hambre, la guerra y la enfermedad todavía entorpecían el crecimiento de la población.
8.2
Sin embargo, el comercio y la manufactura se desarrollaron rápidamente,
en especial en la región mediterránea (sobre todo en las
ciudades-estado italianas) y en el noroeste de Europa. Los prósperos
banqueros proporcionaban el capital monetario a los comerciantes y
manufactureros, y también a los estados. Con estos movimientos de dinero
se crearon mecanismos de transferencia de dinero y de préstamos. El
comercio con Asia y Oriente Medio creció, pero especialmente con los
árabes. Las ciudades crecieron en tamaño, y los comerciantes se
volvieron cada vez prósperos, reflejando con ello la importancia del
comercio y la manufactura de telas sobre el crecimiento urbano. Conforme
se volvieron cada vez más ricos, algunas familias de mercaderes
compraron tierra y títulos nobiliarios. Los comerciantes, al menos los
más ricos, se convirtieron en figuras importantes en sus países. Muchos
nobles se resintieron del nuevo estatus social de los recién llegados a
la cumbre de la sociedad, reafirmando el viejo dicho: “El rey puede
convertir a gente en noble, pero no en caballeros”. La creciente
prosperidad de la élite comercial de muchas ciudades de Europa
occidental reflejó su relativa independencia de los gobernantes
territoriales. Una de las características de su estatus independiente
fue la proliferación de los gremios y de otras organizaciones que
reflejaban una economía más dinámica.
8.3 Sin embargo, algunos aspectos del moderno sistema estatal ya estaban presentes. Durante el período de 1350 a 1450, los gobernantes de Francia, España, Inglaterra, Escocia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Hungría consolidaron y extendieron sobre su autoridad sobre sus territorios, erosionando el poder de los señores feudales y de las autoridades eclesiásticas. La Península Ibérica fue dividida entre Castilla y Aragón, que se unieron con la boda de la Reina Isabel de Castilla y el Rey Fernando de Aragón en 1469. Desde el siglo XV hasta la actualidad, la frontera entre España y Portugal quedó tan fuertemente delimitada que apenas han sufrido cambios. La disposición básica de los tres estados ya existía en aquel entonces. Y los estados importantes de Europa central y oriental (Hungría, Bohemia en la actual Chequia y Polonia-Lituania, una confederación creada en 1386 y que en el siglo XVI se extendía desde el Báltico hasta el Mar Negro), ya estaban razonablemente bien definidos. Incluso la confederación cantonal de Suiza ya había nacido. Sin embargo, las actuales naciones de Alemania e Italia estaban divididas en innumerables territorios independientes.
8.3 Sin embargo, algunos aspectos del moderno sistema estatal ya estaban presentes. Durante el período de 1350 a 1450, los gobernantes de Francia, España, Inglaterra, Escocia, Dinamarca, Noruega, Suecia y Hungría consolidaron y extendieron sobre su autoridad sobre sus territorios, erosionando el poder de los señores feudales y de las autoridades eclesiásticas. La Península Ibérica fue dividida entre Castilla y Aragón, que se unieron con la boda de la Reina Isabel de Castilla y el Rey Fernando de Aragón en 1469. Desde el siglo XV hasta la actualidad, la frontera entre España y Portugal quedó tan fuertemente delimitada que apenas han sufrido cambios. La disposición básica de los tres estados ya existía en aquel entonces. Y los estados importantes de Europa central y oriental (Hungría, Bohemia en la actual Chequia y Polonia-Lituania, una confederación creada en 1386 y que en el siglo XVI se extendía desde el Báltico hasta el Mar Negro), ya estaban razonablemente bien definidos. Incluso la confederación cantonal de Suiza ya había nacido. Sin embargo, las actuales naciones de Alemania e Italia estaban divididas en innumerables territorios independientes.
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