jueves, 22 de febrero de 2018

1 - 14.- Desarrollando estructuras estatales

CAPÍTULO I

LA HERENCIA MEDIEVAL Y EL PASO A LA SOCIEDAD MODERNA



I.14.1 El aumento en el número de oficiales reales ayudó a los gobernantes a consolidar su poder efectivo. Los gobernantes siempre habían tenido algún tipo de consejo asesor, pero la importancia de sus consejeros creció en los siglos XIV y XV. Cancillerías, tesorerías y cortes de la ley representaban un primer paso de la burocratización. Sirviendo como oficiales reales, varios hombres talentosos de origen humilde empezaron a alcanzar posiciones de influencia dentro de algunos estados. Serían los primeros casos de meritocracia de la Baja Edad Media.
I.14.2 Los gobernantes todavía ganaban ingresos de sus propias propiedades. Pero los ingresos de su estado provenían de los impuestos, la venta de puestos oficiales (puestos al servicio del monarca que eran tan prestigiosos como lucrativos), bonos del gobierno y la confiscación de las tierras de los nobles recalcitrantes. Al igual que otros gobernantes, los papas también centralizaron la administración y las finanzas y vendieron puestos. Los gobernantes crearon impuestos sobre la sal, el vino y otros bienes, impuestos sobre los cuales los nobles estaban generalmente exentos. Los estados en el siglo XVI comenzaron a convertirse gradualmente en los grandes recolectores y distribuidores de ingresos. Más aún, el aumento gradual de la deuda pública fue otra señal del aumento de la autoridad de los monarcas. La dependencia real de los préstamos de los mercaderes-banqueros y cambistas enriqueció a los últimos, proporcionándoles más capital para sus proyectos. Los gobernantes, rodeados de consejeros y cortesanos, vivían en una gran época. Conforme conseguían aumentar y consolidar su autoridad, los tronos se fueron convirtiendo en autoritarios. Debido a que en aquella época los ricos y poderosos podían morir jóvenes, estos arreglos sucesorios, que variaron de una parte a otra de Europa, eran de considerable importancia.
I.14.3 Con el fortalecimiento de los estados en el siglo XV, lo cual implicaba la pérdida del derecho de los nobles a tener un ejército, estos empezaron a depender cada vez más de los monarcas para la sanción de su poder y honor. Muchos de ellos se trasladaron a vivir a la corte real y empezaron a servir como oficiales reales. La venta de los oficios reales, sobre todo en España y Francia, reforzó la lealtad al trono. Las cortes reales adjudicaban las propiedades en disputa, erosionando la jurisdicción de los nobles y favoreciendo la jurisdicción real, aunque en Francia y gran parte de las tierras alemanas los nobles retuvieron derechos de justicia sobre los campesinos.
I.14.4 En el siglo XV, aumentó y se consolidó la diplomacia. Las ciudades-estado italianas fueron las primeras en intercambiar embajadores permanentes. En la mitad del siglo, Florencia, Milán, Venecia y el Reino de Nápoles rutinariamente intercambiaban embajadores, que proporcionaban noticias y otras informaciones, mientras representaban los intereses de otros estados.
I.14.5 Sin embargo, los gobernantes aún tenían límites a su autoridad. Hemos visto que los privilegios de las ciudades, establecidos mediante la compra de cartas reales de inmunidad financiera, moderaron el poder real. Algunas regiones (como por ejemplo, Navarra en España), nominalmente incorporadas al reino, mantuvieron su autonomía a través de instituciones representativas. La distancia y los impedimentos físicos, como montañas y llanuras inmensas también impidieron la extensión efectiva de la autoridad real.
I.14.6 Incluso más importante era la tradición de que las asambleas de personajes notables tuvieran derechos, incluido el de ser consultados, como el caso de Inglaterra citado anteriormente. En el siglo XIII, los gobernantes convocaron asambleas de notables para explicarles sus políticas y pedirles ayuda. Debido a que dependían de aquellos a quienes reunían para pedirles asistencia militar cuando la necesitaban, también debían escuchar sus quejas. A partir de lo anterior, los parlamentos, asambleas, dietas y estados se desarrollaron, representando (según los lugares) a los nobles, clérigos, ciudades y, en varios casos, plebeyos.
I.14.7 Al principio del siglo XVI, un exiliado italiano le dijo al rey de Francia lo que necesitaba el monarca para atacar al ducado de Milán: “Tres cosas son necesarias: dinero, más dinero y aún más dinero”. Los tres estados más poderosos – Francia, la Austria de los Habsburgos y España – podían organizar ejércitos considerables con relativa facilidad. Pero para pagar los elevados gastos bélicos, se vieron forzados a admitir cada vez más dinero prestado de las familias más ricas. Los gobernantes, que también usaron subsidios de poderes amigos, impusieron impuestos especiales y préstamos forzosos y vendieron oficios. La inflación del siglo XVI hizo la guerra más costosa.
I.14.8 Las contribuciones reales para financiar la guerra mediante impuestos directos tan solo podían imponerse con el consentimiento de los gravados, excepto los campesinos, que tenían derechos limitados. El diálogo entre gobernantes y asambleas, y la fuerza y la debilidad de dichos cuerpos representativos, con el paso de los siglos definiría la aparición y la naturaleza de modernos gobiernos en los estados europeos.
I.14.9 Los príncipes de los estados alemanes pidieron a las asambleas de nobles el derecho a exigir impuestos. En Polonia-Lituania y en Hungría, las asambleas de nobles eran más importantes que la autoridad real. En Bohemia, los derechos de las ciudades equilibran parcialmente las prerrogativas de los nobles. Los gobernantes podían suspender las decisiones de aquellos cuerpos “soberanos”, aunque esas asambleas no podían ser completamente ignoradas porque los gobernantes necesitaban su apoyo, o al menos su conformidad, particularmente en los tiempos de guerra.
I.14.10 Las prerrogativas de los nobles y los altos eclesiásticos también dificultaron la autoridad real. Todos ellos se resistieron a pagar los impuestos reales, que recayeron sobre los pobres – la vasta mayoría de la población – a los que nadie representaba. Los nobles, aún después de su consentimiento, todavía tenían que ser convencidos o coaccionados para proporcionar ejércitos. Los reyes se convirtieron, al menos en principio, y con la instauración de la clase profesional de los jueces civiles, en jueces supremos (aunque no para los clérigos, que como eclesiásticos, eran generalmente juzgados en los tribunales de la Iglesia).
I.14.11 Las luchas entre los gobernantes y los papas empezaron al final del siglo XII, cuando los papas y los emperadores germánicos empezaron a pelear por la primacía. Durante la “querella de las investiduras”, que empezó en 1060, los papas disputaron el derecho de los gobernantes laicos a nombrar obispos e investirlos con signos de autoridad espiritual, normalmente un bastón y un anillo. La disputa terminó en 1122, cuando el emperador Enrique V renunció a la pretensión imperial de poder investir a los obispos con autoridad espiritual, y el papa reconoció el derecho del emperador a dar feudos a los obispos una vez que fueron consagrados. Los clérigos generalmente mostraban obediencia tanto al poder secular tanto como al eclesiástico. Más aún, los gobernantes al final de la Edad Media consolidaron su poder cuando los papas garantizaron a los gobernantes de Francia, España y Alemania (emperador), ciertos derechos sobre los clérigos, incluido el de nombrar obispos.
I.14.12 Resumiendo, el final de la Edad Media y el principio de la Edad Moderna marca el inicio de un reforzamiento del poder real, pero que aún está constreñido por varias circunstancias, como son:

  1. Las guerras se convierten en el medio para construir el poder estatal de los reyes. Las dificultades económicas para conseguir soldados, muchos de ellos mercenarios, obliga a aumentar los impuestos (al menos a intentarlo), pero sobre todo, a pedir dinero prestado a los prestamistas.
  2. La petición de aumento de los impuestos debe ser ratificada y aprobada por las asambleas en las que están representadas la burguesía (las ciudades), el clero y la nobleza. En dichas asambleas no están representados los campesinos, que son unas tres cuartas partes de la sociedad.
  3.  Una forma alternativa, a veces la única, de los monarcas de obtener dinero para financiar sus guerras es la venta de puestos en la administración, que daban poder real y efectivo a quienes lo detentaban. Se produjo un aumento de las cortes reales y de los puestos burocráticos. Inicio de la diplomacia, en ocasiones permanente.
  4. El poder real también está limitado por el de las ciudades. Los monarcas también obtienen dinero mediante la venta de cartas reales a las ciudades.
  5. Hay una fuerte lucha entre el Papado y la monarquía por el poder.

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